sábado, 1 de enero de 2011

La Tierra Incomparable - A. Dal Masetto

Un trabajo de Maisa.
 
 
Después de la Segunda Guerra, una mujer italiana abandona su pueblo y emigra hacia América. Durante los cuarenta años siguientes vive en la provincia de Buenos Aires. Al cumplir ochenta años, sin embargo, sorprende a hijos y nietos con la decisión de viajar a Italia y volver, por un tiempo, al menos, a su pueblo natal.
La tierra incomparable narra paso a paso ese viaje solitario y conmovedor, desde el momento en que Agata toma su decisión hasta que descubre, en el silencio de la noche de su pueblo italiano, qué quedará en su memoria y qué hará con aquello que se ha desvanecido de la tierra natal que quiso recuperar.
Por la admirable tersura de su trama, el retrato despiadado de la Europa actual y la nitidez inolvidable de sus personajes protagónicos, La tierra incomparable mereció el Premio Planeta Biblioteca del Sur 1994.
 
 
 
Antonio Dal Masetto
Nacido de padres obreros campesinos en Intra (Italia) en 1938, su familia emigró a la Argentina en 1950, después de la Segunda Guerra Mundial, para radicarse en Salto. Allí aprendió el castellano leyendo libros que elegía al azar en la biblioteca del pueblo. No es extraño, pues, que el tema de la inmigración tenga una notable presencia en algunos de sus textos, como en Oscuramente fuerte es la vida (1990, reeditado en Debolsillo 2006) o La tierra incomparable (Premio Planeta Biblioteca del Sur 1994, reeditado por Debolsillo en 2007). En su juventud ejerció oficios tan diversos como los de albañil, pintor, heladero, vendedor ambulante, empleado público o periodista. Su primer libro de cuentos, Lacre, 1964, mereció una mención en el Premio Casa de las Américas de La Habana. Recibió dos veces el Segundo Premio Municipal (por Fuego a discreción, 1983, y Ni perros ni gatos, 1987), y el Primer Premio Municipal y el Premio Club de los XIII por
Oscuramente fuerte es la vida. También podemos destacar: Siete de oro, 1969, Reventando corbatas, 1988, Amores, 1991, con ilustraciones de Luis Pollini, Gente del bajo, 1995, Demasiado cerca desaparece, 1997, Hay unos tipos abajo, 1998 (llevada al cine y que ahora reeditamos en Debolsillo). Su novela Siempre es difícil volver a casa, 1985, (Debolsillo 2008), primera incursión en el mundo de Bosque (Sudamericana, 2001), también fue llevada al cine en 1992. En Sudamericana, además, publicó El padre y otras historias, 2002, Crónicas argentinas, 2003, Tres genios en la magnolia, 2005, Señores más señoras, 2006, Fuego a discreción y Siete de oro, ambas reeditadas en 2007, y Sacrificios en días santos, 2008. Durante años fue un asiduo colaborador del periódico Página/12 de Buenos Aires. Sus libros fueron traducidos al francés, al italiano, al alemán y al portugués.
 
 
http://www.4shared.com/file/EyqyiLxl/Dal_Masetto_Antonio_-_La_Tierr.html

[Se han eliminado los trozos de este mensaje que no contenían texto]

Hilda...Sawyer, Jack y Bonne


Este es Sawyer

http://images.buddytv.com/battleimages/usr3565572/3565572_e2068a71-56c1-43ed-8bfe-98b4da0b7b1c-lost-sawyer-josh-holloway--7.jpg

http://newberg.mlblogs.com/lost_sawyer.jpg


Este es Jack

http://www.lost5temporada.com/wp-content/uploads/2008/10/jack5.jpg


Aqui estan los dos

http://listas.terra.cl/system/lists/000/000/121/medium/4848e215160122b8d31e6669ce9eba4a.jpg?1275358450

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYfor2uJXNt2RxTCdpWw0t0aoxlqlOH8wDAsrzAsrxbI_WXxugNEBQRbA-kr3up0A4jb2d1fLDOfu0MEgBoJosauRS9951LT_ZIjXg5KLaVMmK_LdTvMux7Lr6_J0jySxB9zGGx6fuU_A/s1600/lost-jack-sawyer.jpg


Y este es Bonne antes de ser el vampiro mas bello del mundo

http://www.soloseries.tv/wp-content/uploads/2009/09/boone2-489x328.jpg

Codigo da Vinci

Del código Da Vinci al 3 de diciembre venezolano
Por: Rodolfo Porras
Fecha de publicación: 15/11/06
imprímelo
"Que seas paranoico, no quiere
decir que no te están persiguiendo"

El Péndulo de Foucault escrita en 1988, por Umberto Eco, hace una gran parodia sobre las conspiraciones esotéricas y de todo tipo, que muchísima gente supone detrás de los hechos históricos. Así, toneladas de papel han sido impresas y cientos de horas de cine y video han sido exhibidas aludiendo a que los motivos de Hitler para invadir a tal o cual país, era la búsqueda de la lanza que mató a Cristo, o el Santo Grial, o cualquier otro motivo mágico-religioso. Argumentos similares se han entretejido con las historias oficiales y se ha ido conformando un universo paralelo, lleno de motivos ocultos, conspiraciones universales, etc. Muchos de estos argumentos encajan perfectamente en la historia, debido a que se elaboran a posteriori de los datos históricos

Tenemos el extraordinario éxito editorial, El Código Da Vinci, una novela de aventuras que se inventa unos acontecimientos adobados con datos históricos que le otorgan un aire de veracidad y, junto a una intensa estrategia de mercadeo, convencen a miles de lectores de que estamos frente a una revelación trascendente que cambia por completo el dogma de la iglesia católica y de casi todas las demás corrientes cristianas. Inmediatamente se imprimen unos cien títulos alrededor del asunto que también se venden y que, además, parecieran legitimar la tesis de la novela. A nadie le importa que muchos hayan sido escrito y publicados después de la aparición de la narración de Dan Brown. Y mucho menos que los libros que fueron escritos antes, que no tuvieron éxito, que nadie entendió como documentos históricos, ahora cobran un valor histórico y un prestigio, a partir de la publicación del Código Da Vinci y, paradójicamente, son su respaldo "histórico". Esta situación es, justamente, el argumento de El Péndulo de Foucault, y es sorprendente que a pesar de que esta novela de Eco describe los motivos y mecanismos editoriales, Dan Brown y sus editores no se pararon en escrúpulos y más bien calcaron el mecanismo que describe Eco y lograron su batazo editorial.

Este y otros ejemplos, como los ovnis, los masones, los templarios, la muerte de Paul Mc Carney, en tiempos de "El Sargento Pimienta y los Corazones Solitarios" El asesinato de Kennedy, etc. han generado una discusión sobre lo que se ha dado por llamar teoría de la conspiración. En la cuál un bando plantea una posición escéptica y otro que defiende que efectivamente ocurren cosas en los entretelones de la historia.

El problema, sin embargo, no está en las dos posiciones, sino en la misma teoría de la conspiración. El término coloca realidad y fantasía en un mismo saco histórico. Es decir si el asesinato de Jonh F, Kennedy está en la misma categoría de los ovnis que nos van a invadir muy pronto, estamos creando un clima sicológico en el cuál aceptar o negar estos acontecimientos tiene un mismo valor histórico y político. Ambos están dentro de "la discusión" sobre la veracidad de la teoría de la conspiración. El hecho de que el asesinato de un Presidente sea ejecutado por organismos del Estado que este mismo preside, da cuenta de un poder político y económico muy por encima del consagrado por la constitución de ese país, es un hecho grave y que si se devela esta estructura, ese poder se vulnera. Ahora bien, creer en esto no quiere decir que hay que creer en que los marcianos llegaron ya, y mucho menos que llegaron bailando el cha cha cha.

El infando 11 de septiembre, el desplome de Las Torres Gemelas, el asesinato de unas tres mil personas, es un acontecimiento que se debate entre dos propuestas de conspiración. Una del terrorismo comandado por Osama Bin Laden y alQaida o la conspiración del Clan Bush, para impulsar su negocio armamentista y petrolero. Sin embargo, el mismo Osama ya estaba desde siempre emparentado con el Clan Bush y con la Cía. Lo que, sumado a
muchas evidencias escatimadas por el Departamento de Estado, convierte el límite entre cualquiera de las dos conspiraciones, en algo etéreo y sin mucha importancia. Lo duro fue el asesinato de estas personas y el impacto y la dirección que el clan Bush le dio al asunto: Permiso para asesinar, permiso para invadir, permiso constitucional para torturar. Destrucción y muerte que no requirieron de ningún entretelón conspiratorio para cometerse. Más bien amplia cobertura por los medios de comunicación, que día tras día tejen y destejen conspiraciones falsas y verdaderas.

Ya los grupos de poder hegemónico han actuado generando y sosteniendo conspiraciones que han tenido un profundo impacto en la historia del planeta, en decenas de oportunidades. Chile, Panamá, Cuba, Zaire, Sudáfrica, Argentina, Nicaragua, El salvador, India, Yugoslavia, Haití, Polonia, Viet Nam, Grenada, Irak, Kuwait, El Congo, Libia, Líbano, Siria, Pakistan, y un largo etc.

Así el 11 de abril del 2002 se concretó una maquinación contra la democracia venezolana. Asesinaron gente, grabaron un video para denunciar esas muertes antes de que se produjeran, escribieron una proclama insólita, persiguieron a los derrocados en el mejor estilo de los gorilatos latinoamericanos como los de Videla, Pinochet, etc. Y cuando el hilo constitucional fue retomado, negaron todo eso y lo siguen negando, a pesar de los videos que ellos mismos trasmitieron como el de Ibelyse Pacheco o el de Napoleón Bravo, en el que develaban, ebrios de poder, las argucias que utilizaron. Lo negaron y lo niegan a pesar de la inmediata adhesión y apoyo del gobierno norteamericano a la presidencia inconstitucional de Pedro el breve, traicionando toda disposición de la carta democrática y demás convenios internacionales. Entre otras cosas argumentan que todo lo que dicen en su contra se debe a esas teorías de conspiración, que la maniobra de llevar a una multitud enardecida a Miraflores fue un acto espontáneo de los marchistas, a pesar de que en sus mismas trasmisiones se ve claro el aupamiento de una dirigencia, -si no asesina, por lo menos irresponsable, y casi siempre las dos cosas- que se empeñó en conducirlos a un matadero, que ellos mismos habían preparado. Luego argumentaron que el ignominioso acto de usurpación de la presidencia, no era otra cosa que el atender a un "vacío de poder" pero no explican porqué el decreto estaba elaborado dos días antes y la repartición del poder cocinada.

Ahora bien, si niegan que el golpe de estado perpetrado el 11 de abril fue una conspiración fraguada meses antes, a pesar de las pruebas que todos conocemos, por qué habrían de admitir, en caso de que sea así, que están conspirando en estos momentos. A pesar de la increíble torpeza que han demostrado hasta ahora, no creo que llegarían a cometer una idiotez tan enorme como admitir públicamente su conspiración 2006.

Ahora bien, que no lo admitan, que de hecho lo nieguen, no quiere decir que no haya señales de que se lo proponen. Por ejemplo, ya para nadie es un secreto que existe un plan con medios de comunicación extranjeros y venezolanos, para proclamar al mundo el triunfo de Rosales antes de que el CNE anuncie las cifras oficiales. Con la esperanza de que sea más creíble su apuesta al fraude. Ya la instrumentación de guarimbas, para "defender tu voto" están cantadas. Y esto si las encuestas logran darle un barniz de veracidad al asunto y que lleguen a ir a elecciones.

De lo contrario veremos como el grito de fraude y de no confiabilidad en el CNE se recrudecerá hasta el punto de "tener que retirar la candidatura" para crear el clima propicio de desestabilización.

Ahora bien, las ayudas foráneas siempre han estado presente, se han invertido grandes sumas de dinero, las conspiraciones se han puesto en marcha, y todas, absolutamente todas ha venido a dar al más estruendoso fracaso. Tal vez sea que, como dice la consigna, el pueblo unido jamás será vencido, tal vez sea que a pesar de los reales, la tecnología y la amplísima experiencia derrocando gobiernos, la ayuda estadounidense no ha podido suplir la ineficacia de los conspiradores de nuestro patio, tal vez sean las dos cosas, el asunto es que la gente que ha puesto esos reales debe estar perdiendo la paciencia, no solo por lo caro que le ha salido el asunto y sin esperanza de retorno, sino que cada vez se consolida más el proceso. O sea, saben que se juegan a Clarabella, porque a Rosalinda la perdieron hace rato.

La pregunta es, esa gente con tanto poder, con tanta experiencia en destrucción, con tanto dinero, con tantas armas, y que lo único que no tienen son escrúpulos, ¿Se van a ir para su casa tranquilitos y con las manos vacías?

rodpor@cantv.net




El cementerio de las palabras

Literatura

Eco se enfrenta al ´pecado de las palabras´

La sexta y última novela del escritor y semiólogo italiano causa, treinta años después de ´El nombre de la rosa´, una gran controversia en sectores judeocristianos. A Umberto Eco lo acusan de antisemita por la condición del protagonista de ´El cementerio de Praga´,
de la que se llevaban vendidos a las dos semanas de su aparición más de 450.000 ejemplares

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LUIS M. ALONSO. OVIEDO. La publicación de Il cimitero di Praga (El cementerio de Praga), la sexta y última novela de Umberto Eco (Alessandria, 1932), ha suscitado no poca polémica en Italia. Desde el 29 de octubre, fecha de su lanzamiento, el periódico vaticano L´Osservatore Romano y el gran rabino de Roma han alentado una oleada inquisitoria en contra del autor y de su libro. Lo califican de antisemita, porque el protagonista, el capitán turinés Simone Simonini, único personaje de ficción de la historia, falsifica testamentos, comercia con hostias consagradas para misas satánicas y se inventa las actas de una reunión nocturna inexistente entre las lápidas del cementerio judío de la capital checa, donde reposa Jehuda Low ben Bezalel, creador del Golem. Merece la pena insistir desde un principio y para que no haya malos entendidos en que Simonini es un carácter ficticio en una novela poblada por personajes históricos reales.
Eco, cuyo debut literario se produjo precisamente ahora hace 30 años con El nombre de la rosa, tiene como argumentos en Il cimitero di Praga la francmasonería, las teorías conspirativas, la falsificación y la unificación de Italia, pero lo que ha producido mayor sarpullido es el antisemitismo de su protagonista, un auténtico antihéroe, descrito como "el hombre más odioso del mundo". El propio Umberto Eco lo ha calificado así, pero ni eso le ha servido para liberarse de las más furibundas críticas, que le acusan de sembrar confusión y de no buscar el equilibrio entre el bien y el mal. Del libro publicado por Bompiani y del que se han hecho ya seis ediciones se habían vendido, no obstante, en las dos primeras semanas más de 450.000 ejemplares. El éxito se presume planetario; la novela será traducida en 40 países, entre ellos España, donde Lumen anuncia el inminente lanzamiento. 
Simonini es un falsificador de tomo y lomo. En la novela, inventa la teoría de la conspiración en la que los ancianos rabinos de las 12 tribus de Israel tejen planes para dominar el mundo. Ese documento falso sirve en el argumento para la redacción de los muy reales protocolos de los sabios de Sión, panfleto antisemita que, a principios del siglo XX, sirvió para justificar los pogromos de la Rusia zarista y, más tarde, la persecución nazi. Eco conduce al lector a través de un viaje trepidante por el siglo XIX, considerado por algunos inexacto y que agita la madre de todas las conspiraciones, aquella que retrata a los judíos como los urdidores ocultos del destino mundial. La galería de personajes reales de Il cimitero de Praga invita a la lectura: por sus páginas desfilan Ippolito Nievo, patriota y autor de Las confesiones de un italiano; Garibaldi; el capitán Alfred Dreyfus, condenado por judío, y Freud. Los detractores  de Eco afean al escritor la puesta en escena de "un montaje histórico falso". No es la primera vez que el profesor de Semiótica de la Universidad de Bolonia ha examinado las teorías de la conspiración. Sin ir más lejos, los Protocolos de los Sabios de Sión desempeñan un papel importante en El péndulo de Foucault , aunque en esta ocasión la teoría antisemita se convierte en una auténtica bomba de relojería en las manos del contrabandista y conspirador Simone Simonini.
La profesora Lucetta Scaraffia, de la Universidad de Roma, calificó la novela de Eco de "farragosa" y "aburrida", para centrarse acto seguido en las cuestiones morales. A su juicio, la "maldad judía" impregna las páginas del libro. "Obligado a leer cosas desagradables sobre los judíos, al lector lo embargan las tonterías antisemitas, y es incluso posible que alguien puede pensar que tal vez hay algo de verdad en los crímenes que se atribuyen". Scaraffia olvida, sin embargo, que nadie está obligado a leer lo que no desea. 
En la revista Espresso, el Gran Rabino de Roma, Riccardo Di Segni, se enfrentó a Umberto Eco: "Al final, el lector se pregunta si los judíos quieren derrocar a la sociedad y gobernar el mundo. El problema es que no estamos tratando con un libro científico que analiza y explica ciertos fenómenos. Il Cimetero di Praga es una novela, y tiene, además, un argumento que trata de convencer".
Las explicaciones de Eco también han llegado: "Yo escribí exactamente una novela. Una novela, al contrario que un ensayo, no llega a conclusiones, aspira en todo caso a reunir las contradicciones. Así como puse en el escenario las dos caras del Risorgimento,  garibaldinos  y antigaribaldinos,  he traído también a colación el nacimiento y desarrollo del antisemitismo. Desde Barruel (Agustín, jesuita y polemista francés) se han publicado cientos de libros y revistas con estereotipos antisemitas. Estoy interesado en contar cómo a través de la acumulación de estos estereotipos se construyeron los Protocolos [..] Mi intención era dar al lector un puñetazo en el estómago".
De nuevo el dilema entre lo que es ficción y quienes se empeñan en verlo de otra manera.

El cementerio de las palabras

Umberto Eco se enfrenta al ´pecado de las palabras´

´El cementerio de Praga´ vende 450.000 ejemplares en sus dos primeras semanas en el mercado - Acusan al autor de antisemita por culpa del protagonista

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LUIS M. ALONSO
SANTA CRUZ DE TENERIFE
La publicación de Il cimitero di Praga (El cementerio de Praga), la sexta y última novela de Umberto Eco (Alessandria, 1932), ha suscitado un intensa polémica en Italia.

Desde el 29 de octubre, fecha de su lanzamiento, el periódico vaticano L´Osservatore Romano y el gran rabino de Roma han azuzado una nueva inquisición en contra del autor y de su libro. Lo califican de antisemita, porque el protagonista, el capitán turinés Simone Simonini, único personaje de ficción de la historia, falsifica testamentos, comercia con hostias consagradas para misas satánicas y se inventa las actas de una reunión nocturna inexistente entre las lápidas del cementerio judío de la capital checa, donde reposa Jehuda Low ben Bezalel, creador del Golem.

Merece la pena insistir desde un principio y para que no haya malos entendidos en que Simonini es un carácter ficticio en una novela poblada por personajes históricos reales.

Eco, cuyo debut literario se produjo precisamente ahora hace treinta años con El nombre de la rosa, tiene como argumentos en Il cimitero di Praga la francmasonería, las teorías conspirativas, la falsificación y la unificación de Italia, pero lo que ha producido mayor sarpullido es el antisemitismo de su protagonista, un auténtico antihéroe, descrito como "el hombre más odioso del mundo". El propio Umberto Eco lo ha calificado así, pero ni eso le ha servido para librarse de las más furibundas críticas de quienes lo acusan de sembrar confusión y de no buscar el equilibrio entre el bien y el mal.

Del libro, publicado por Bompiani, del que se han hecho ya seis ediciones, se habían vendido, no obstante, en las dos primeras semanas más de 450.000 ejemplares. El éxito se presume planetario; la novela será traducida en 40 países, entre ellos, España, donde Lumen anuncia el inminente lanzamiento.

Simonini es un falsificador de tomo y lomo. En la novela inventa la teoría de la conspiración en la que los ancianos rabinos de las 12 tribus de Israel tejen planes para dominar el mundo. Ese documento falso sirve en el argumento para la redacción de los muy reales protocolos de los sabios de Sión, panfleto antisemita que, a principios del siglo XX, sirvió para justificar los progromos de la Rusia zarista y, más tarde, la persecución nazi.

Eco conduce al lector a través de un viaje trepidante por el siglo XIX, considerado por algunos inexacto y que agita la madre de todas las conspiraciones, aquella que retrata a los judíos como los urdidores ocultos del destino mundial.

El elenco de personajes reales de Il cimitero de Praga invita a la lectura: por sus páginas desfilan Ippolito Nievo, patriota y autor de Las confesiones de un italiano, Garibaldi; el capitán Alfred Dreyfus, condenado por judío, y Freud.

Los detractores de Eco afean al escritor la puesta en escena de "un montaje histórico falso". No es la primera vez que el profesor de Semiótica de la Universidad de Bolonia ha examinado las teorías de la conspiración. Sin ir más lejos, los Protocolos de los Sabios de Sión desempeñan un papel importante en El péndulo de Foucault, aunque en esta ocasión la teoría antisemita se convierte en una auténtica bomba de relojería en las manos del contrabandista y conspirador, el turinés Simone Simonini.

La profesora Lucetta Scaraffia, de la Universidad de Roma, calificó la novela de Eco de "farragosa" y "aburrida", para centrarse acto seguido en las cuestiones morales. A su juicio, la "maldad judía" impregna las páginas de Il cimitero di Praga .

"Obligado a leer cosas desagradables sobre los judíos, al lector lo embargan las tonterías antisemitas, y es incluso posible que alguien pueda pensar que tal vez hay algo de verdad en los crímenes que se atribuyen". La profesora Scaraffia olvida, sin embargo, que nadie está obligado a leer lo que no desea.

En la revista Espresso, el gran rabino de Roma, Riccardo Di Segni, se enfrentó a Umberto Eco: "Al final, el lector se pregunta si los judíos quieren derrocar a la sociedad y gobernar el mundo. El problema es que no estamos tratando con un libro científico que analiza y explica ciertos fenómenos. Il cimetero di Praga es una novela, y tiene, además, un argumento que trata de convencer".

Las explicaciones de Eco también han llegado: "Yo escribí exactamente una novela. Una novela, al contrario que un ensayo, no llega a conclusiones, aspira, en todo caso, a reunir las contradicciones. Así como puse en el escenario las dos caras del Risorgimento, garibaldinos y antigaribaldinos, he traído también a colación el nacimiento y desarrollo del antisemitismo. Desde Barruel (Agustín, jesuita y polemista francés) se han publicado cientos de libros y revistas con estereotipos antisemitas. Estoy interesado en contar cómo a través de la acumulación de estos estereotipos se construyeron los Protocolos [...] Mi intención era dar al lector un puñetazo en el estómago".
De nuevo, surge el dilema entre lo que es estrictamente ficción y quienes se empeñan en verlo de otra manera.

Los caminos de la libertad

Los caminos de la Libertad.
Los caminos de la Libertad - Jean-Paul Sartre

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Los caminos de la Libertad - Jean-Paul Sartre

Fecha: 20/07/01 última modificación 20/07/01 (2107 Número de veces leída)
Valoración::

Ventajas: Literatura de guante blanco

Desventajas: Difícil

Los caminos de la libertad es una fantastica trilogía escrita por el no menos fantástico Jean Paul Sartre. Consta de tres novelas, las cuales bien podrían leerse por separado, pero que, en conjunto, forman un estupendo fresco de la Francia antes, durante y después de la II Guerra Mundial.



El primer libro, "La edad de la razón" se nos presenta un París en plena ebullición cultural. El protagonista debe recaudar el dinero suficiente para pagar el aborto d esu novia. Con este pretexto, el autor nos sorprende con una galería de personajes y situaciones que enganchan desde el primer momento.



En el segundo libro, "La Prorroga" nos cuenta el momento justo antes de la invasión alemana de Francia. Los mismos personajes, más algunos nuevos, viven la nueva situación de diferentes modos. En mi opinión es el mejor libro de los tres, y su estilo narrativo, muy complejo, es impagable.



El tercer libro, el más flojo, nos presenta una Francia dominada por los alemanes. La humillación de la derrota persigue a los protagonistas. Los fragmentos del campo de prisioneros son muy realistas (como todo Sartre) y evita todo tipo de sentimentalismo o de heroismo de los prisioneros.



Los caminos de la libertad no es una trilogía facil. Hay que leerla poco a poco, sin atragantarse. Así se degusta mejor una obra que quedará grabada en la memoria del que se atreva con ella. Si, por el contrario, alguien no se siente con fuerzas para afrontar el reto, le recomiendo que lea "La Prorroga".

Conclusión: